Circulación Fetal - Anatomía & Fisiología
La Circulación Fetal
Antes de nacer, el feto no es capaz de realizar la función respiratoria y, por tanto, se basa en la circulación materna para llevar a cabo el intercambio de gas, nutrientes y residuos. La sangre del feto y la madre nunca se mezclan, debido a la barrera en la placenta. Como consecuencia de que el hígado y los pulmones no son funcionales, y de una serie de desviaciones existentes en la circulación fetal, estos órganos están casi completamente pasados por alto.
Desviaciòn 1: El Ductus Venoso
La sangre oxigenada es transportada desde la placenta a través de la vena umbilical y la mayor parte pasa por el hígado a través del conducto venoso. El ductus venoso enlaza la vena umbilical a la vena cava caudal y el flujo de sangre está controlada por un esfínter, lo que establece la proporción de sangre transportada al corazón a través del hígado para ser modificada.
Desviaciòn 2: El Foramen Oval
El foramen oval es una abertura entre las dos aurículas que permite que la sangre sea canalizada directamente a la circulación sistémica evitando el paso por los pulmones. El septum secundum destina la mayor parte de la sangre que entra en la aurícula derecha a través del foramen oval en la aurícula izquierda. Aquí se mezcla con un pequeño volumen de sangre que vuelve de los pulmones no funcionales a través de las venas pulmonares.
Desviaciòn 3: El Conducto Arterioso
El conducto arterioso comunica la arteria pulmonar a la aorta y permite la función equivalente a la ventricular en el feto. La sangre desde el ventrículo derecho es bombeada hacia el tronco pulmonar, donde, debido a la alta resistencia en los pulmones colapsados del feto, un mayor volumen pasa a través del conducto arterioso a la aorta caudal. La mayor parte de la sangre de la aorta se devuelve a la placenta para su oxigenación a través de las arterias umbilicales. El ductus arterioso drena la sangre a la aorta después de que la arteria a la cabeza se haya ramificado para garantizar así que el cerebro recibe sangre bien oxigenada.
Los Cambios Circulatorios en el Nacimiento
Hay importantes cambios circulatorios que se producen en el nacimiento debido a la sustitución de la placenta por el pulmón como órgano de intercambio respiratorio. Cuando un animal recién nacido respira por primera vez, los pulmones y los vasos pulmonares ampliar con ello la reducción significativa de la resistencia al flujo sanguíneo. Esto, posteriormente, reduce la presión en la arteria pulmonar y el lado derecho del corazón. Por otro lado la eliminación de la placenta provoca un aumento de la resistencia de la circulación sistémica y por lo tanto un aumento en la presión del lado izquierdo del corazón.
El nacimiento del animal también provoca el cierre de las válvulas del feto:
El Cierre del Ductus Venoso
El ductus venoso es ligeramente sensible a la prostaglandina E2 (PGE2) y la prostaciclina (PGI2) que se comportan como vasodilatadores. Esta influencia se ha perdido con la mejora del espacio libre pulmonar resultante de la ausencia del suministro de sangre umbilical. Esta pérdida del suministro de sangre también hace que el esfínter del ductus venoso se contraiga, desviando así la sangre al hígado. El cierre del ductus venoso se vuelve permanente después de dos a tres semanas. Los restos del conducto venoso forman el ligamento venoso.
El Cierre del Foramen Oval
En el feto el foramen oval se mantiene abierto por la mayor presión de la sangre en la aurícula derecha en comparación a la aurícula izquierda. Al nacer, la presión de la sangre en la aurícula derecha disminuye debido a la detención del flujo sanguíneo de la placenta, mientras que la presión en la aurícula izquierda aumenta debido al aumento del flujo pulmonar. Como resultado, la presión del septo primario contra el septo secundario cierra del foramen oval. En la mayoría de individuos, el foramen oval se cierra pocos meses después del nacimiento. La cicatriz queda entre las dos aurículas una vez que el foramen oval se ha cerrado, y se denomina la fosa oval.
El Cierre del Conducto Arterioso
El conducto arterioso es una arteria muscular e inmediatamente después del nacimiento, la contracción de la musculatura cierra la válvula. Los factores que pueden contribuir al cierre fisiológico de la persistencia del conducto arterioso incluyen el incremento de oxígeno contenido en la sangre pasando a través de ella y la producción de bradicinina, que causa la contracción del músculo liso. Este cierre fisiológico hace que la sangre se dirija por las arterias pulmonares a los pulmones ahora funcionales. El cierre anatómico tarda unos dos meses y se produce por el repliegue del endotelio y la proliferación de la capa de tejido conectivo subintimal. El ligamento residual se denomina ligamento arterioso.
Este artículo ha sido traducido de Inglés por 'Patricia Ortolá Casanova' - 16.09.2011. |