Cavidad Oral Aviar - Anatomía & Fisiología
Introducción
En las aves, la labios y las mejillas se sustituyen por el pico, cuya base ósea la integran por un lado, los huesos nasal, maxilar y premaxilar, y por otro, el esqueleto mandibular. Todos estos huesos quedan revestidos por un estuche córneo epidérmico muy duro denominado ranfoteca.
El pico es un área de piel densa y córnea que cubre el hueso incisivo de la mandíbula.
Las aves modernas no poseen dientes, sin embargo se han descubierto rudimentarios órganos esmaltados en los embriones de algunos pájaros.
El tamaño y la estructura de la lengua varía según las especies, estando relacionado con las necesidades funcionales de cada especie.
El paladar duro aviar contiene unas aberturas, llamadas coanas, que comunica con la nasofaringe.
Las cavidades oral y faríngea se describen como una única cavidad orofaríngea, caracterizada por la existencia de un largo paladar duro y presencia de papilas cornificadas dispuestas en hileras. No suele existir, por lo tanto, ni paladar blando ni nasofaringe, de modo que las coanas y trompas auditivas se abren a la cavidad bucofaríngea a través de sendos orificios o hendiduras que perforan el paladar. Por lo general, la lengua se adapta a la forma del pico, y puede ir provista de papilas filiformes, como en las palmípedas. Estas papilas, junto con las laminillas córneas del pico actúan como barrera para el filtrado del alimento. En las psitácidas destaca una lengua dura, carnosa (consta de músculos propios) y muy móvil, lo que parece ser facilita la emisión de sonidos y palabras. Al no masticar, las glándulas salivares se reducen considerablemente, excepto en algunas especies de aves insectívoras como por ejemplo el pito real, donde se describen glándulas que alcanzan los 7 cm. de longitud.
Este artículo ha sido traducido de Inglés por 'Maria Verdú Galdón' - 16.05.2011. |